Es una asociación fundada por el Dr. César Ramírez Plaza (Málaga, 1970), médico y cirujano. Profesionalmente es el único cirujano de la Unión Europa en conseguir superar con éxito la más alta certificación en 6 especialidades distintas de cirugía; entre las que destaca Cirugía del cáncer. En España solo encontramos 11 de los 14 españoles que han conseguido la acreditación en esta especialidad y uno está en Málaga. Es miembro del comité técnico de la AECC en Málaga, Jefe del Servicio de Cirugía General y Digestiva de QuirónSalud en Málaga y Marbella y Director del Instituto Quirúrgico de Andalucía.

Personalmente, César Ramírez, es un malagueño que entiende su vida a través de la vocación médica como una vocación humanista. La visión humanista del paciente hace que su vocación médica solo se entiende para y por servir a los demás. Con este darse a los que más lo necesitan, el Dr. César Ramírez ha conseguido realizar varias misiones sanitarias en zonas internacionales que están en vías de desarrollo, en este enlace se puede leer su reflexión después del último día en Liberia. Durante esta primera semana de octubre, el Dr. César Ramírez se encuentra en Gatundu (Kenia), y aquí nos cuenta cómo será esta misión.

Asimismo, con la Asociación Bisturí Solidario ha conseguido contribuir a la construcción de un pabellón quirúrgico en Uganda con el que podrán mejorar y garantizar la calidad y esperanza de vida de muchas personas de la zona. Sin embargo, César Ramírez es consciente de que hay necesidad y carencias en nuestro entorno más próximo. Y esta es una realidad a la que nos debemos y en la que tender la mano y prestar ayuda es imperativo.

“La vida está hecha para compartir y ser compartida. Algo que aprendí gracias al esfuerzo de mis padres y por ser, junto a mi hermano mellizo Santi, los mayores de una familia de 4 hermanos. La generosidad, el ejemplo y el saber dar y darse fueron valores siempre presentes en mi hogar y que sin duda, forjaron mi carácter.

Siempre supe que quería ser médico y darme a los demás. Una entrega de la que no fui plenamente consciente hasta que empecé la carrera y aprehendí que la medicina y la solidaridad son las dos caras de una misma moneda.

Las personas, cuando enfermamos, demostramos la más absoluta igualdad y condición.

Desde que terminé Medicina mi único objetivo ha sido estudiar y mejorar para que todas las personas que acudieran a mí pudieran tener las máximas garantías en una situación tan vulnerable como es la falta de salud.

Sin embargo, pronto entendía que no debía quedarme esperando a que los pacientes vinieran a mí. Debía ser yo quien también buscara a esas personas que sin recursos, pudieran necesitar mis cuidados. De la misma manera en la que el conocimiento que tras más de 25 años dedicados a la cirugía, yo pudiera ofrecer para la savia nueva de la profesión médica en aquellas zonas en las que el acceso al conocimiento es más difícil que dentro de nuestras fronteras. Y aunque siempre he realizado intervenciones y atenciones a personas sin recursos en el ámbito local, fue en 2015 cuando por fin pude emprender acciones solidarias en países en vías de desarrollo.

En los últimos 3 años he coordinado cinco misiones sanitarias para sendos países de Asia, América Latina y África, habiendo repetido en los últimos dos continentes citados. El objetivo siempre ha sido, y seguirá siendo (pues continúo organizando y preparando acciones y misiones sanitarias en estos lugares) ofrecer el máximo de recursos posibles. Esto es no solo curar a las personas que lo necesitan, sino también ofrecer lugar para la atención a los enfermos y formación a todos los profesionales sanitarios de la zona que acuden al centro hospitalario en el que realizamos el trabajo durante mínimo 6 días consecutivos con jornadas de al menos 12 horas de trabajo.”